domingo, 23 de agosto de 2015

De vuelta a... Estocolmo / Back to Stockholm (II)

Día 2 o cómo calarse hasta las bragas en una tarde de verano sueco.


Y llegó el momento de desvelar el misterio de lo que hicimos en la tarde/noche de nuestro segundo día en esta nueva visita a Estocolmo. El día D... también conocido como el del Diluvio Universal. Porque en la anterior entrega ya os adelantamos que el día anunciaba lluvia y no dejó de llover en toda la puñetera tarde. Al principio no demasiado, pero poco a poco, te vas calando y si luego encima ya llueve con fuerza...

El motivo por el que no queríamos que lloviera en este día en concreto no es otro que lo que motivó este nuevo viaje a Estocolmo... el concierto que Roxette dieron en la explanada del museo marítimo o Sjöhistoriska Museet, como colofón a la gira mundial por el 30 aniversario de la banda.



Después de visitar el museo Nobel por la mañana y reponer fuerzas en un restaurante de Gamla Stan, cogimos el bus -que nos costó de lo lindo dar con la parada, ¡qué show siguiendo al conductor, con él haciéndonos señas!- número 69 en las inmediaciones de Sergels Torg, puesto que nos dejaba justo al lado del museo. Cogiendo el metro hasta Karlaplan habríamos tenido que andar un montón y nos habría costado encontrar el sitio.
Tras localizar la fila correcta para entrar con nuestra entrada estándar – la entrada VIP con early entry costaba unos 150 euros y como que no estábamos dispuestas a desembolsar semejante pastizal – nos tocó esperar un par de horitas en una cola perfectamente organizada a que se abrieran las puertas del recinto. Tiempo suficiente para que nuestros “impermeables” del Decathlon demostraran que sí que dejan pasar el agua. ¡Y mira que vendían ponchos de plástico por doquier! Y café. Es que estos suecos son muy organizados.
Compramos las entradas por Internet, en Ticnet.




Foto: Una cola bien organizada / An orderly queue (Números N61 y N62).

En cuanto accedimos al recinto, fuimos a pillar sitio. Tercera fila, aproximadamente. No está mal y tuvo sus ventajas no estar más adelante, ya os contaremos por qué. Nos turnamos para dar una vuelta por los alrededores y tuve la brillante idea de acercarme al puesto de merchandising del concierto... para comprar un par de camisetas SECAS para Marian y para mí. Y como estaba todo estupendamente montado, nos turnamos para ponérnoslas en los servicios portátiles que había instalados. De paso pillé también algo de comer -pagado con tarjeta, of course, que estamos en Suecia y el efectivo apenas se usa- puesto que la tarde era larga y después probablemente ya no podríamos hacerlo.

Cuando regresé a nuestro sitio me encontré con que Marian ya había localizado a un fan patrio, y ya se habían puesto al día de su vida y milagros, casi, Jeje. Cada vez llovía más y hubo momentos en los que pensábamos que lo mejor sería que cancelaran. Miembros del equipo salían a tantear el escenario e incluso durante la actuación de los teloneros, Eskobar, salió la vocalista que acompaña a Marie, Dea, a ver cómo pintaba la cosa. Por lo que nos dijo la gente que había estado en otros conciertos del grupo en Suecia, nunca había pasado. En su favor, diremos que tanto los teloneros como Roxette fueron hiperpuntuales. Los pobres eran conscientes de que estábamos caladitos ya y no nos quisieron torturar más.

Y llegó el momento tan esperado para nosotros, el momento en que Roxette salió al escenario. Aunque ya me lo habían advertido, impresiona ver a Marie, cuyas secuelas de su tratamiento le están dando mucha guerra últimamente y necesita que alguien la acompañe hasta su sitio. Mi amiga Vane la vio en concierto en Malmö en marzo, cuando le falló la pierna hasta el punto de que casi se cae, pero ella, cual guerrera, se negó a sentarse.

Los siguientes tres cuartos de hora fueron muy intensos, a ratos ateridas de frío y sin apenas movernos por los escalofríos, y a ratos todo se te olvidaba y no podíamos hacer otra cosa que desgañitarnos cantando sus temas, mientras hacíamos alguna foto y vídeo para el recuerdo. Diréis que qué corto el concierto, pero es que tenía tanto miedo de que Marian se cogiera una pulmonía o algo, que le sugerí que nos quedáramos el tiempo suficiente para que ella viviera el ambientillo de un concierto. Sí, nos fuimos como a la mitad, despidiéndonos de nuestro compañero durante el concierto tras intercambiarnos los teléfonos. El equipo estaba preparando los teclados para el dueto entre Marie y Dea.
Me da rabia que los vídeos que han colgado en el facebook son todos -creo- posteriores a que nos marcháramos. Eso sí, vernos, nos vieron, porque a pesar de la lluvia tuvimos ánimos de ondear nuestra bandera.
En cuanto a los temas, me gustó mucho la versión balada de Stars, que ya conocía. Al día siguiente, ésto es lo que escribió Per sobre el concierto:

Traducción: ¡Fantástico! No la lluvia torrencial... ¡Jesús! Nunca antes había tocado en una ducha. ¡Qué pasada! Resbalaba todo. Y las gafas de Magnus todas chorreando... ¡surrealista!
Pero la gente... ¡Oh, Dios mío! ¡Más de 13.000 personas, de pie como jabatos durante horas, cantando con nosotros y dándonos tanta energía positiva que me siento como el conejito de Duracell ahora mismo!
Gracias a todos por hacer de ésta una actuación única, que todo aquel que estuviera allí nunca olvidará. Día libre mañana y luego la última actuación en Suecia durante un tiempo.
Habrá vídeos, chicos (tanto de Gotemburgo como de Estocolmo), sólo que no tengo tiempo de echarles un vistazo ahora mismo.
Saludos y todo nuestro cariño para todos. / P.

Y hablando de la lluvia, la única "ventaja" que tuvo en ese concierto pagar la entrada VIP fue que te mojabas el triple. El equipo que cuidaba del escenario fue barriendo el agua acumulada antes y durante el concierto. ¿Habéis adivinado ya quienes se ducharon con ese agua? ¡Correcto! Las 50 personas -en especial los argentinos que teníamos delante- que pagaron la entrada cara.

Podéis leer la reseña completa del concierto en Roxetteblog.com, *aquí*.

Y como llovidos del cielo, esperándonos a la salida había un grupo de taxis. El taxista que nos llevó al hotel nos dijo que llevaba hechos 6 viajes ya en lo que llevaba el concierto, así que como veis no fuimos las únicas 'rajadas'.

Y como en la entrada anterior me despedí con algo de intriga, en ésta voy a hacer lo mismo, sólo adelantándoos que tuvimos unas cuantas sorpresas al día siguiente.
Day 2 or how to get soaked to your undies on a Swedish summer evening.



And now it's time to reveal the mystery behind what we did in the afternoon/evening during our second day in this new visit to Stockholm. D Day or from now on, Downpour Day. Remember we told you in our previous installment of this new travel guide that the day looked rainy from the start? Well, it rained indeed. All through the frigging afternoon/evening. At first it was only a drizzle, but little by little, you get soaked and it only gets worse as the rain gets heavier and heavier.

The reason why we didn't want it to rain on this particular day was the same one behind our going to Stockholm a year after our first visit... Roxette's concert marking the end of the Swedish leg of their 30th anniversary tour. The chosen venue was the Maritime Museum Gardens or Sjöhistoriska Museet.


After visiting the Nobel Museum in the morning and having a Swedish lunch in Gamla Stan, we took the bus – quite an adventure in itself, with us chasing the bus driver searching for the stop- number 69 near Sergels Torg, as it was the easiest way to get to the concert venue. If we'd taken the subway (Tunnelbana) instead, we would have a really long walk ahead of us and we would have probably struggled to find the place.
Once we located the right queue for us and our standard concert tickets – the VIP or Early Entry ones cost a whooping 150 EUR and that was a thanks but no thanks for us- it was merely a question of waiting in an orderly queue until the doors opened. That was time enough to realize our so-called raincoats from Decathlon were not waterproof at all. Why oh why didn't we get one of those plastic ponchos that were being sold all over the place? And coffee. You see, the Swedish do think of everything.
We bought our tickets online through Ticnet. 



Once inside, it was time to get a decent spot. Third row, not too bad at all and let me tell you it was better than being right in front, but I'll get to that later. We took turns to take a look around and I had the brilliant idea of going to the official concert memorabilia store... for a pair of DRY T-shirts for both Marian and myself. And since everything had been organized to the last detail, we took turns to put them on using one of the many porta-potties installed for the event. I also grabbed a bite -and paid it by credit card, it's Sweden after all and locals seldom use cash-, as it was likely it would be hard to do so as the day went by.

When I got back to our spot, I found Marian deep in conversation with another Spanish fan. The rain was getting worse by the second and we were convinced the show would be cancelled. Several crew got out several times to assess the situation and the condition of the stage. While the opening act, Eskobar, was on stage Roxette's backing vocalist Dea, got out to perform a song with them to check things out for the band. Unheard of, according to other fans there. They were both anally punctual, probably aware of the fact that we were soaked and getting impatient.


And the long-awaited moment had come at last, Roxette got on stage. Forewarned as I'd been, it was still shocking to see Marie looking so frail -the aftermath of her cancer treatment is hitting her quite hard lately and she needs help to get to her spot onstage. My friend Vane saw her live this March in Malmö, where her failing leg betrayed her and she almost fell down. But Marie, a true warrior, refused to sit down then.


Foto/Pic: Abrieron con / They opened up to 'Sleeping in my Car' : The night is so pretty and so... RAINY!



The next 45 minutes were really intense, at times chilled to the boned and almost unable to move from shivering so much and then all stoked and singing along at the top of our lungs, snapping some pics and shooting some short vids at the same time so we could have a visual memory of this evening. 



You're probably wondering at how short the concert was, and here's where we own up to the fact that we left by the middle of the show. You see, I was really worried that Marian would get pneumonia or something and suggested staying for while, long enough for her to experience the rollercoaster ride a concert is: the queues, the long wait, the joy when the band eventually comes out. We said goodbye to our partner for the show after exchanging numbers. The crew was setting up the keyboards for Marie and Dea's duets.
It's a pity that all the videos the band's uploaded to their official Facebook page all seem to have been taken after we left. But at least they did see us, since even in that foul weather we got the energy to get our flag out and wave it in the rain, lol.
Songwise, I really enjoyed the slow version of 'Stars' -not that that was unusual- they performed.
The following day, this is what Per wrote about the concert:



And talking about rain, the only upside to paying the VIP tickets for this concert alone was the fact that you got three times more rain than others. You see, the concert crew kept sweeping the rain off the stage both before and during the show. Guess who got showered with that water? Jackpot! The 50 souls -esp. the Argentinian crowd standing up in front of us- who forked out that small fortune those tickets cost.

You can read a full concert review on Roxetteblog *here*.

And as if godsent, awaiting us after leaving there was a line of taxis. Our cabbie told us ours was his 6th ride during the concert, so see? We weren't the only 'chickens' out there.


And just like I did in the final lines of our previous Stockholm post, I'll wrap this post with a little bit of mystery too. Let me just tell you that we got a few surprises the following day.




4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Empezaron a pegar fuerte a mediados de los ochenta. Debes de ser muy jovencita.
      Es que nosotras vamos siendo talluditas, jeje.
      Si tienes ocasión, escucha alguna de sus canciones. Son muy buenas.
      Besos!

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  2. Debistéis de llegar agotadísimas!! Pero fue una experiencia diferente, sin duda. Qué pelotazo, los Roxette...no pasan los años por ellos.
    Un besazo!

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    Respuestas
    1. Y tanto que fue una experiencia diferente, sobre todo para mí, que nunca los había visto en directo. Para Marox era ya la tercera vez.
      Tienen un directo muy bueno.
      Y sí que acabamos agotadas, y como dice Marox, empapadas hasta las bragas (en sentido literal).
      No te imaginas lo bien que nos sentó la duchita calentita que nos dimos al llegar al hotel.
      Un besazo.

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