¡Hola chicas!
Como ya es habitual en este blog, después de nuestros viajes os traemos siempre una serie de posts relacionados. En el de hoy os hablaremos del hotel que escogimos en Estocolmo, perteneciente a la cadena Elite.
El hotel Elite Palace es un hotel urbano moderno, bien comunicado con el centro de la ciudad y en un barrio tranquilo, el de Vasastad.
Inicialmente en nuestra agencia de viajes de confianza nos dieron presupuesto para una habitación Twin Superior -que pueden ser con o sin ventana-, pero a la hora de formalizar la reserva, el precio del alojamiento había bajado hasta tal punto que reservamos una Deluxe por menos dinero del presupuesto incial. Así teníamos claro que la habitación tendría ventana, aunque diera a un patio interior.
La parada de metro (en sueco Tunnelbana) más cercana al hotel es Sankt Eriksplan. Desde la estación, el hotel está a unos cinco minutos calle arriba.
Justo pegando al hotel se encuentra el pub-restaurante The Bishops Arms, que ofrece la opción de llevaros la comida a la habitación. Parecía un lugar agradable aunque no lo probamos.
Un par de metros más lejos tenéis un supermercado Lidl, que creo abría hasta las 21h.
Al llegar al hotel hicimos el registro de entrada con bastante rapidez. Nos pidieron la tarjeta de crédito -imagino que por si consumíamos algo del minibar-. Aunque es algo que no me parece muy bien, entiendo que son normas del hotel y hay que tragar con ellas. El personal del hotel es muy atento y os podrá ayudar si lo necesitáis, dándoos indicaciones y cosas así.
El único pero destacable de nuestra estancia se refiere al hecho de que los ascensores del hotel fallaron durante varios días. Varios de ellos figuraban como 'fuera de servicio' y los restantes no daban abasto en ciertas horas, de modo que optamos por utilizar las escaleras varias veces. Mientras solucionaban estos problemas con los ascensores, el personal se dio cuenta de que no éramos las únicas en hacerlo y colocaron indicaciones de cómo llegar hasta las escaleras.
¿Queréis ver nuestra superhabitación?
Como véis, amplísima y muy bien equipada.
La habitación que nos asignaron durante nuestra estancia fue la 827, que como digo es una doble Deluxe.
Las camas eran más amplias de lo normal y eran bastante cómodas. Consistían en lo que parecía ser un colchón de muelles con un colchoncito encima. Las almohadas parecían de plumas.
A marox le pareció que la cama era un poco blanda, pero aún así dormimos estupendamente todas las noches.
El hotel dispone de conexión Wifi gratuíta en todo el establecimiento con bastante buena cobertura. Para utilizarla, tenéis que escoger la conexión 'EliteWifi' y tenéis que abrir el navegador e iniciar sesión con vuestra dirección de correo en la página del hotel que os aparecerá en pantalla. Tras unos segundos, podréis empezar a navegar con vuestro dispositivo.
Nos sorprendió que hubiera moqueta en la habitación, puesto que en las fotos promocionales del hotel parecía que todas tenían parquet flotante. La moqueta suele ser lo normal en los hoteles y como en España no somos muy fans, nos habíamos hecho ilusiones, jeje.
Aunque no tiene aire acondicionado como tal, la habitación sí que parece tener algún tipo de sistema centralizado de aire, que parecía venir de... detrás de las camas.
El minibar -con algunos productos en su interior- se encuentra dentro del armario, debajo de la caja fuerte. Utilizamos ambos durante nuestra estancia para dejar nuestras cosas sin ningún tipo de problema.
Nuestra estancia fue en régimen de alojamiento y desayuno. Ya habéis visto el alojamiento, así que ahora hablaremos del desayuno.
Era tipo buffet, con un montón de cosas para elegir: distintos tipos de pan, cereales, bollería casera, fruta cortada (la podéis ver en la foto).
Aprovechando que estábamos en el norte de Europa, desayunamos todos los días salmón ahumado (estaba buenísimo).
En la foto podéis ver cómo era el desayuno que hacíamos. Se puede decir que empezábamos el día con las pilas bien cargadas.
Como ya es habitual en este blog, después de nuestros viajes os traemos siempre una serie de posts relacionados. En el de hoy os hablaremos del hotel que escogimos en Estocolmo, perteneciente a la cadena Elite.
El hotel Elite Palace es un hotel urbano moderno, bien comunicado con el centro de la ciudad y en un barrio tranquilo, el de Vasastad.
Inicialmente en nuestra agencia de viajes de confianza nos dieron presupuesto para una habitación Twin Superior -que pueden ser con o sin ventana-, pero a la hora de formalizar la reserva, el precio del alojamiento había bajado hasta tal punto que reservamos una Deluxe por menos dinero del presupuesto incial. Así teníamos claro que la habitación tendría ventana, aunque diera a un patio interior.
La parada de metro (en sueco Tunnelbana) más cercana al hotel es Sankt Eriksplan. Desde la estación, el hotel está a unos cinco minutos calle arriba.
Justo pegando al hotel se encuentra el pub-restaurante The Bishops Arms, que ofrece la opción de llevaros la comida a la habitación. Parecía un lugar agradable aunque no lo probamos.
Un par de metros más lejos tenéis un supermercado Lidl, que creo abría hasta las 21h.
Al llegar al hotel hicimos el registro de entrada con bastante rapidez. Nos pidieron la tarjeta de crédito -imagino que por si consumíamos algo del minibar-. Aunque es algo que no me parece muy bien, entiendo que son normas del hotel y hay que tragar con ellas. El personal del hotel es muy atento y os podrá ayudar si lo necesitáis, dándoos indicaciones y cosas así.
El único pero destacable de nuestra estancia se refiere al hecho de que los ascensores del hotel fallaron durante varios días. Varios de ellos figuraban como 'fuera de servicio' y los restantes no daban abasto en ciertas horas, de modo que optamos por utilizar las escaleras varias veces. Mientras solucionaban estos problemas con los ascensores, el personal se dio cuenta de que no éramos las únicas en hacerlo y colocaron indicaciones de cómo llegar hasta las escaleras.
¿Queréis ver nuestra superhabitación?
Como véis, amplísima y muy bien equipada.
La habitación que nos asignaron durante nuestra estancia fue la 827, que como digo es una doble Deluxe.
Las camas eran más amplias de lo normal y eran bastante cómodas. Consistían en lo que parecía ser un colchón de muelles con un colchoncito encima. Las almohadas parecían de plumas.
A marox le pareció que la cama era un poco blanda, pero aún así dormimos estupendamente todas las noches.
El hotel dispone de conexión Wifi gratuíta en todo el establecimiento con bastante buena cobertura. Para utilizarla, tenéis que escoger la conexión 'EliteWifi' y tenéis que abrir el navegador e iniciar sesión con vuestra dirección de correo en la página del hotel que os aparecerá en pantalla. Tras unos segundos, podréis empezar a navegar con vuestro dispositivo.
Nos sorprendió que hubiera moqueta en la habitación, puesto que en las fotos promocionales del hotel parecía que todas tenían parquet flotante. La moqueta suele ser lo normal en los hoteles y como en España no somos muy fans, nos habíamos hecho ilusiones, jeje.
Aunque no tiene aire acondicionado como tal, la habitación sí que parece tener algún tipo de sistema centralizado de aire, que parecía venir de... detrás de las camas.
El minibar -con algunos productos en su interior- se encuentra dentro del armario, debajo de la caja fuerte. Utilizamos ambos durante nuestra estancia para dejar nuestras cosas sin ningún tipo de problema.
Nuestra estancia fue en régimen de alojamiento y desayuno. Ya habéis visto el alojamiento, así que ahora hablaremos del desayuno.
Era tipo buffet, con un montón de cosas para elegir: distintos tipos de pan, cereales, bollería casera, fruta cortada (la podéis ver en la foto).
Aprovechando que estábamos en el norte de Europa, desayunamos todos los días salmón ahumado (estaba buenísimo).
En la foto podéis ver cómo era el desayuno que hacíamos. Se puede decir que empezábamos el día con las pilas bien cargadas.
Hi ladies!
As customary in this blog after one of our trips, it's time for some travel-related posts. Today's post will be about our chosen accommodation in Stockholm, one of the Elite hotels in town.
The Elite Palace hotel is a cosmopolitan, modern establishment, within easy access to public transport that will take you to the city centre in no time. It is located in a quiet neighbourhood, Vasastad.
Initially our local travel agency had given us a quote for a Twin Superior room at this hotel -which can have windows or no windows at all- but by the time we made the booking formal the price of the room had significantly gone down, to the point that we were able to upgrade to a Deluxe and still save some euros. That way we made sure our room would definitely have a window, even if those overlooked an inner courtyard as was the case here.
The nearest underground (Tunnelbana in Swedish) is Sankt Eriksplan. From the station, the hotel is about 5 minutes up S:t Eriksgatan.
Right next to the hotel there's a gastropub, The Bishops Arms that delivers your order to your room if you wish. It seemed pleasant enough, though we never tried it in the end.
A couple of meters further up the street you have a Lidl supermarket that I believe is open until 9pm.
Upon arrival, we checked in fairly quick. We were asked for our credit card - I suppose in order to cover any minibar charges-. I wasn't too happy about that, though I understand it's probably hotel regulations and there's nothing you can do about it. The staff is very attentive, though and will be ready to help you with directions and so on.
Our only criticism refers to the fact that during our stay several elevators/ lifts were out of service. As a few of them were not in use, the demand to use the remaining ones was hard to meet at certain times, so we got tired of waiting and used the stairs instead. While the lifts were being serviced, the staff noticed more and more guests were using the stairs and hung some indications to find them.
How do you like our gigantic room?
Needless to say it was roomy and well equipped. The room was 827, one of their Double Deluxe ones.
Beds were bigger than expected and quite comfortable. They consisted on what appeared to be a spring mattress with a mat on top. The pillows seemed like feather ones to us. Marox found the mattress a bit too soft for her liking, but slept more than fine every night all the same.
The hotel has complimentary Wifi for guests that has good reception all over the building. In order to use it, you have to select 'EliteWifi' on your device and then open your browser. By default, it will have the hotel's website, where you will log in with your e-mail address. A few seconds later, you'll have Internet access on your device.
Back to the subject of the hotel room, we were a bit surprised to find fitted carpets, since the promotional pictures all featured rooms with laminate flooring.
Fitted carpets are what you generally can expect from international hotels, but you see, here in Spain we're not too keen on those -i.e. gross, cough-, so we had been looking forward to having something different for a change.
Although the rooms do not have an airconditioning unit in itself, there seemed to be some kind of ventilation with outlets located... behind the headboards, or so it seemed.
The minibar -stocked with some drinks and snacks- was inside the closet, under the safe. We used both to keep some of our stuff and had no issues whatsoever.
Our booking included breakfast, so since you've seen our room why not mention breakfast?
The buffet-style breakfast had plenty of stuff to choose from: all sorts of bread, cereals, homemade pastries and assorted fruit salads, as you can see in the picture.
Since we were in Scandinavia, we did as the locals do and had some smoked salmon for breakfast. It was delicious.
The pic shows what our breakfasts at the Elite Palace hotel were like. You can safely say we were ready to face the day ahead after this!
As customary in this blog after one of our trips, it's time for some travel-related posts. Today's post will be about our chosen accommodation in Stockholm, one of the Elite hotels in town.
The Elite Palace hotel is a cosmopolitan, modern establishment, within easy access to public transport that will take you to the city centre in no time. It is located in a quiet neighbourhood, Vasastad.
Initially our local travel agency had given us a quote for a Twin Superior room at this hotel -which can have windows or no windows at all- but by the time we made the booking formal the price of the room had significantly gone down, to the point that we were able to upgrade to a Deluxe and still save some euros. That way we made sure our room would definitely have a window, even if those overlooked an inner courtyard as was the case here.
The nearest underground (Tunnelbana in Swedish) is Sankt Eriksplan. From the station, the hotel is about 5 minutes up S:t Eriksgatan.
Right next to the hotel there's a gastropub, The Bishops Arms that delivers your order to your room if you wish. It seemed pleasant enough, though we never tried it in the end.
A couple of meters further up the street you have a Lidl supermarket that I believe is open until 9pm.
Upon arrival, we checked in fairly quick. We were asked for our credit card - I suppose in order to cover any minibar charges-. I wasn't too happy about that, though I understand it's probably hotel regulations and there's nothing you can do about it. The staff is very attentive, though and will be ready to help you with directions and so on.
Our only criticism refers to the fact that during our stay several elevators/ lifts were out of service. As a few of them were not in use, the demand to use the remaining ones was hard to meet at certain times, so we got tired of waiting and used the stairs instead. While the lifts were being serviced, the staff noticed more and more guests were using the stairs and hung some indications to find them.
How do you like our gigantic room?
Needless to say it was roomy and well equipped. The room was 827, one of their Double Deluxe ones.
Beds were bigger than expected and quite comfortable. They consisted on what appeared to be a spring mattress with a mat on top. The pillows seemed like feather ones to us. Marox found the mattress a bit too soft for her liking, but slept more than fine every night all the same.
The hotel has complimentary Wifi for guests that has good reception all over the building. In order to use it, you have to select 'EliteWifi' on your device and then open your browser. By default, it will have the hotel's website, where you will log in with your e-mail address. A few seconds later, you'll have Internet access on your device.
Back to the subject of the hotel room, we were a bit surprised to find fitted carpets, since the promotional pictures all featured rooms with laminate flooring.
Fitted carpets are what you generally can expect from international hotels, but you see, here in Spain we're not too keen on those -i.e. gross, cough-, so we had been looking forward to having something different for a change.
Although the rooms do not have an airconditioning unit in itself, there seemed to be some kind of ventilation with outlets located... behind the headboards, or so it seemed.
The minibar -stocked with some drinks and snacks- was inside the closet, under the safe. We used both to keep some of our stuff and had no issues whatsoever.
Our booking included breakfast, so since you've seen our room why not mention breakfast?
The buffet-style breakfast had plenty of stuff to choose from: all sorts of bread, cereals, homemade pastries and assorted fruit salads, as you can see in the picture.
Since we were in Scandinavia, we did as the locals do and had some smoked salmon for breakfast. It was delicious.
The pic shows what our breakfasts at the Elite Palace hotel were like. You can safely say we were ready to face the day ahead after this!
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