¡Hola de nuevo!
¿Preparadas para acompañarnos en nuestro recorrido virtual por París? En la *primera* entrega, os hablamos de los dos primeros días de nuestro viaje.
Día 3:
Comenzamos la jornada visitando el Palacio de Versalles. La entrada al palacio está incluída dentro de la Museum Pass, pero sí que tuvimos que pagar el transporte hasta Versalles, puesto que esta localidad se encuentra a algo más de 20 kms de París y la zona quedaba fuera de la tarjeta de transporte Paris Visite que compramos.
Para llegar a Versalles, cogimos el metro hasta la estación Avenue Foch. Allí compramos los billetes, que nos costaron 3,35€ cada uno y salimos de la estación de metro y caminamos unos metros hasta la estación de trenes de cercanías RER del mismo nombre.
Llegados a este punto, nos líamos un poco con los planos de las líneas de tren, sin tener muy claro qué tren teníamos que coger. ¡Menos mal que tuvimos un poco de ayuda! Afortunadamente nos encontramos a un pequeño grupo de jóvenes brasileños que también querían ir a Versalles, así que entre todos logramos averiguar qué tren teníamos que coger.
Después vimos que había un póster con explicaciones en varios idiomas indicando cómo llegar en tren hasta el *Palacio de Versalles*. Por lo visto, no hemos sido las únicas que se han líado con las complicadas indicaciones que había en la estación.
Os ahorraremos los quebraderos de cabeza: En la estación RER 'Avenue Foch', coged cualquier tren que salga del andén 1 y bajaros en la estación 'Champ de Mars - Tour Eiffel'. Una vez allí, id hasta el andén A y coged el tren de nombre 'Vick' (el nombre viene escrito en el rótulo electrónico frontal del tren) hasta la estación 'Versailles Château - Rive Gauche'.
El castillo permanece abierto de 9.00 a 18.30h, los jardines de 8 a 20.30 y el Gran Trianón y el Dominio de María Antonieta abre de 12 a 18.30h. Marian y yo sólo vimos el castillo.
Disponéis de audioguías gratuitas durante la visita.
El edificio en sus orígenes era un simple refugio de caza, construído por Luis XIII. El palacio sufrió una importante transformación, convirtiéndose en lo que conocemos en la actualidad durante el reinado de Luis XIV.
Tras la visita, comimos muy cerca de allí una comida baratita y típica: unos crêpes en la Crepería "Le Dolmen", situada en una pequeña plaza cercana a la estación de tren y el palacio. Tenían dos tipos de menú: entrante + crêpe plato principal + crêpe postre o helado; o bien crêpe plato principal + crêpe postre o helado, que fue la opción que elegimos nosotras.
Estaban deliciosos y para nada se nos hizo pesado, a diferencia de otros que hemos probado en España.
Están hechas de trigo sarraceno, así que los celíacos pueden tomarlos con toda tranquilidad.
De vuelta en París, fuimos a ver el que quizá sea el monumento más representativo, no sólo de la ciudad sino de todo el país: la torre Eiffel.
Construída en tiempo récord -dos años, dos meses y cinco días- con motivo de la Exposición Universal de 1889, esta maravilla de la ingeniería y de la arquitectura, bien merece las largas colas necesarias para acceder a ella.
La entrada NO está incluída en el Museum Pass, pudiendo escoger entre comprar la entrada para acceder al segundo piso por 8,20€ o hasta el tercero por 13,40€, que fue lo que hicimos.
Por cierto que Marian, que ya había visitado la ciudad con el Instituto, no me dio opción a abrir la boca en la taquilla y rauda y veloz pidió: 'Deux billets pour le troisième étage, s'il vous plaît".
A favor de nuestros vecinos del norte, de los que solemos quejarnos mucho, hemos de decir que han sido muy amables, ayudándonos a encontrar alguna dirección o lo que fuera.
Suelen agradecer que, aunque sea mal, hagamos un esfuerzo por hablar su idioma.
Volviendo a lo que nos ocupa, podéis visitar la torre de 9.30 a 23.00. Las estaciones de metro más cercanas son Bir Hakeim y Trocadero, aunque nosotras llegamos hasta allí en el RER C (viniendo de Versalles, nos bajamos en Champ de Mars - Tour Eiffel).
Dia 4 = El día interminable
¡Mira que nos cundió este día!
Bueno, comenzamos la jornada visitando el Sacre Coeur. La entrada es gratis para todo el mundo, aunque para ver la cúpula hay que pagar 5€ (la entrada entra en el Pass, aunque no subimos). La pena es que no se pueden hacer fotos ni video en el interior.
La basílica, de inspiración romano-bizantina, con sus dos cúpulas blancas, corona la colina de Montmartre, el punto más elevado de la ciudad. El travertino utilizado para su construcción desprende calcita, por lo que se mantiene blanca a pesar de la contaminación y la erosión.
La parada de metro más cercana es 'Anvers'.
En el barrio de Montmartre hay muchas tiendas de souvenirs, más baratas que las del aeropuerto, así que podéis aprovechar la visita para haceros con algunos recuerditos.
Nuestra siguiente parada fue en Notre Dame, una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico, aunque conserva reminiscencias del románico normando.
Su construcción comenzó en 1163 y terminó en 1345.
Destaca su magnífico órgano, siendo la plaza de organista titular de Notre Dame uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista.
La catedral resultó muy dañada durante la Revolución francesa y en 1864 se terminó la exhaustiva restauración a la que fue sometida.
El templo destaca también por su gran tamaño, sus vidrieras y sus rosetones. La fachada oeste alberga las gárgolas más aterradoras de la catedral, que sirven para desviar el agua de lluvia del tejado, preservando así la mampostería.
La parada de metro más próxima es Cité.
Tras la visita a Notre Dame, nos dirigimos a la Conciergerie, palacio convertido en prisión y cámara de tortura. Allí fueron encarcelados 2780 condenados, juzgados por el Tribunal Revolucionario en el contiguo Palais de Justice, entre ellos María Antonieta, antes de ser enviados a la guillotina.
El palacio abre todos los días, de 9.30 a 18.00. La entrada entra en el Museum Pass.
La visita no lleva mucho tiempo.
Tras la breve visita a la Conciergerie, fuimos hasta la Sainte Chapelle, situada muy cerca de allí.
Es un sitio que merece la pena visitar, una pequeña joya desconocida, llena de hermosas vidrieras y muros bellamente decorados.
El templo se compone de dos capillas, una inferior y otra superior y es uno de los máximos exponentes del periodo gótico radiante.
Es el escenario de conciertos de música clásica y fue construida para albergar las reliquias adquiridas por el rey San Luis de Francia, por lo que ha sido considerada como un enorme relicario.
Ya por la tarde, decidimos acercarnos hasta los Campos Elíseos. Desde allí, no podéis dejar de haceros fotos con el Arco del Triunfo al fondo.
Este enorme monumento fue construido en 1836 para conmemorar la victoria de Napoleón en Austerlitz 21 años antes. La rotonda sobre la que se encuentra, Etoile, es la mayor del mundo.
Marian y yo no subimos al Arco del Triunfo, ya que no nos seducía la idea de subir 284 escalones después de un largo día visitando la ciudad.
Y decidimos dar por terminada la jornada visitando la estatua de la Libertad.
Esta réplica está situada en la Île des Cygnes (Isla de los Cisnes), junto al puente Grenelle, y a tan solo 2 kilómetros de la Torre Eiffel, que se divisa perfectamente desde allí. La tablilla que lleva en la mano esta estatua tiene la fecha de la toma de la Bastilla: 14 de Julio de 1789, mientras que la de New York tiene grabada la fecha: JULY IV MDCCLXXV, de la de Independencia de los Estados Unidos. Es un obsequio que hizo Estados Unidos a Francia para celebrar el centenario de la Revolución Francesa, en 1889. Está hecha a escala, y mide una cuarta parte de la original, su altura es de 11 metros y está orientada al oeste, hacia su hermana en Estados Unidos.
Puede que os suene haberla visto en la película "La Búsqueda 2: El Diario Secreto" con Nicholas Cage.
Existe otra réplica más pequeña de esta estatua en París, situada en los Jardines de Luxemburgo.
Día 5: Compras.
Sintiéndolo mucho, tendréis que esperar a otro post para conocer lo que compramos en la capital parisina.
¿Preparadas para acompañarnos en nuestro recorrido virtual por París? En la *primera* entrega, os hablamos de los dos primeros días de nuestro viaje.
Día 3:
Comenzamos la jornada visitando el Palacio de Versalles. La entrada al palacio está incluída dentro de la Museum Pass, pero sí que tuvimos que pagar el transporte hasta Versalles, puesto que esta localidad se encuentra a algo más de 20 kms de París y la zona quedaba fuera de la tarjeta de transporte Paris Visite que compramos.
Para llegar a Versalles, cogimos el metro hasta la estación Avenue Foch. Allí compramos los billetes, que nos costaron 3,35€ cada uno y salimos de la estación de metro y caminamos unos metros hasta la estación de trenes de cercanías RER del mismo nombre.
Llegados a este punto, nos líamos un poco con los planos de las líneas de tren, sin tener muy claro qué tren teníamos que coger. ¡Menos mal que tuvimos un poco de ayuda! Afortunadamente nos encontramos a un pequeño grupo de jóvenes brasileños que también querían ir a Versalles, así que entre todos logramos averiguar qué tren teníamos que coger.
Después vimos que había un póster con explicaciones en varios idiomas indicando cómo llegar en tren hasta el *Palacio de Versalles*. Por lo visto, no hemos sido las únicas que se han líado con las complicadas indicaciones que había en la estación.
Os ahorraremos los quebraderos de cabeza: En la estación RER 'Avenue Foch', coged cualquier tren que salga del andén 1 y bajaros en la estación 'Champ de Mars - Tour Eiffel'. Una vez allí, id hasta el andén A y coged el tren de nombre 'Vick' (el nombre viene escrito en el rótulo electrónico frontal del tren) hasta la estación 'Versailles Château - Rive Gauche'.
El castillo permanece abierto de 9.00 a 18.30h, los jardines de 8 a 20.30 y el Gran Trianón y el Dominio de María Antonieta abre de 12 a 18.30h. Marian y yo sólo vimos el castillo.
Disponéis de audioguías gratuitas durante la visita.
El edificio en sus orígenes era un simple refugio de caza, construído por Luis XIII. El palacio sufrió una importante transformación, convirtiéndose en lo que conocemos en la actualidad durante el reinado de Luis XIV.
Tras la visita, comimos muy cerca de allí una comida baratita y típica: unos crêpes en la Crepería "Le Dolmen", situada en una pequeña plaza cercana a la estación de tren y el palacio. Tenían dos tipos de menú: entrante + crêpe plato principal + crêpe postre o helado; o bien crêpe plato principal + crêpe postre o helado, que fue la opción que elegimos nosotras.
Estaban deliciosos y para nada se nos hizo pesado, a diferencia de otros que hemos probado en España.
Están hechas de trigo sarraceno, así que los celíacos pueden tomarlos con toda tranquilidad.
De vuelta en París, fuimos a ver el que quizá sea el monumento más representativo, no sólo de la ciudad sino de todo el país: la torre Eiffel.
Construída en tiempo récord -dos años, dos meses y cinco días- con motivo de la Exposición Universal de 1889, esta maravilla de la ingeniería y de la arquitectura, bien merece las largas colas necesarias para acceder a ella.
La entrada NO está incluída en el Museum Pass, pudiendo escoger entre comprar la entrada para acceder al segundo piso por 8,20€ o hasta el tercero por 13,40€, que fue lo que hicimos.
Por cierto que Marian, que ya había visitado la ciudad con el Instituto, no me dio opción a abrir la boca en la taquilla y rauda y veloz pidió: 'Deux billets pour le troisième étage, s'il vous plaît".
A favor de nuestros vecinos del norte, de los que solemos quejarnos mucho, hemos de decir que han sido muy amables, ayudándonos a encontrar alguna dirección o lo que fuera.
Suelen agradecer que, aunque sea mal, hagamos un esfuerzo por hablar su idioma.
Volviendo a lo que nos ocupa, podéis visitar la torre de 9.30 a 23.00. Las estaciones de metro más cercanas son Bir Hakeim y Trocadero, aunque nosotras llegamos hasta allí en el RER C (viniendo de Versalles, nos bajamos en Champ de Mars - Tour Eiffel).
Dia 4 = El día interminable
¡Mira que nos cundió este día!
Bueno, comenzamos la jornada visitando el Sacre Coeur. La entrada es gratis para todo el mundo, aunque para ver la cúpula hay que pagar 5€ (la entrada entra en el Pass, aunque no subimos). La pena es que no se pueden hacer fotos ni video en el interior.
La basílica, de inspiración romano-bizantina, con sus dos cúpulas blancas, corona la colina de Montmartre, el punto más elevado de la ciudad. El travertino utilizado para su construcción desprende calcita, por lo que se mantiene blanca a pesar de la contaminación y la erosión.
La parada de metro más cercana es 'Anvers'.
En el barrio de Montmartre hay muchas tiendas de souvenirs, más baratas que las del aeropuerto, así que podéis aprovechar la visita para haceros con algunos recuerditos.
Nuestra siguiente parada fue en Notre Dame, una de las catedrales francesas más antiguas de estilo gótico, aunque conserva reminiscencias del románico normando.
Su construcción comenzó en 1163 y terminó en 1345.
Destaca su magnífico órgano, siendo la plaza de organista titular de Notre Dame uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista.
La catedral resultó muy dañada durante la Revolución francesa y en 1864 se terminó la exhaustiva restauración a la que fue sometida.
El templo destaca también por su gran tamaño, sus vidrieras y sus rosetones. La fachada oeste alberga las gárgolas más aterradoras de la catedral, que sirven para desviar el agua de lluvia del tejado, preservando así la mampostería.
La parada de metro más próxima es Cité.
Tras la visita a Notre Dame, nos dirigimos a la Conciergerie, palacio convertido en prisión y cámara de tortura. Allí fueron encarcelados 2780 condenados, juzgados por el Tribunal Revolucionario en el contiguo Palais de Justice, entre ellos María Antonieta, antes de ser enviados a la guillotina.
El palacio abre todos los días, de 9.30 a 18.00. La entrada entra en el Museum Pass.
La visita no lleva mucho tiempo.
Tras la breve visita a la Conciergerie, fuimos hasta la Sainte Chapelle, situada muy cerca de allí.
Es un sitio que merece la pena visitar, una pequeña joya desconocida, llena de hermosas vidrieras y muros bellamente decorados.
El templo se compone de dos capillas, una inferior y otra superior y es uno de los máximos exponentes del periodo gótico radiante.
Es el escenario de conciertos de música clásica y fue construida para albergar las reliquias adquiridas por el rey San Luis de Francia, por lo que ha sido considerada como un enorme relicario.
Ya por la tarde, decidimos acercarnos hasta los Campos Elíseos. Desde allí, no podéis dejar de haceros fotos con el Arco del Triunfo al fondo.
Este enorme monumento fue construido en 1836 para conmemorar la victoria de Napoleón en Austerlitz 21 años antes. La rotonda sobre la que se encuentra, Etoile, es la mayor del mundo.
Marian y yo no subimos al Arco del Triunfo, ya que no nos seducía la idea de subir 284 escalones después de un largo día visitando la ciudad.
Y decidimos dar por terminada la jornada visitando la estatua de la Libertad.
Esta réplica está situada en la Île des Cygnes (Isla de los Cisnes), junto al puente Grenelle, y a tan solo 2 kilómetros de la Torre Eiffel, que se divisa perfectamente desde allí. La tablilla que lleva en la mano esta estatua tiene la fecha de la toma de la Bastilla: 14 de Julio de 1789, mientras que la de New York tiene grabada la fecha: JULY IV MDCCLXXV, de la de Independencia de los Estados Unidos. Es un obsequio que hizo Estados Unidos a Francia para celebrar el centenario de la Revolución Francesa, en 1889. Está hecha a escala, y mide una cuarta parte de la original, su altura es de 11 metros y está orientada al oeste, hacia su hermana en Estados Unidos.
Puede que os suene haberla visto en la película "La Búsqueda 2: El Diario Secreto" con Nicholas Cage.
Existe otra réplica más pequeña de esta estatua en París, situada en los Jardines de Luxemburgo.
Día 5: Compras.
Sintiéndolo mucho, tendréis que esperar a otro post para conocer lo que compramos en la capital parisina.
Hi again!
Are you ready to accompany us on this virtual trip to Paris? In the *first* part of this travel series, we told you about the first two days of our journey.
Day 3:
Our day began with a visit to Versailles Palace. Admittance to the Palace is included in the Museum Pass, though we did have to pay to get there, since Versailles is some 20km away from Paris and the area was not within our Paris Visite travel card.
In order to get to Versailles, we got on the tube and stopped at 'Avenue Foch' station. There we bought two train tickets for €3.35 each and walked out of the building into the street, until we reached the RER train station of the same name.
We then came to a point where we were not quite sure which train we had to get on, since the train and map schedules on display there were quite confusing. It was just as well we had some help!
Fortunately, while waiting on the platform we met a small group of young Brazilian tourists who were also headed there. The more brains to do the thinking, the better!
We then noticed there was a large poster with indications in different languages explaining how to get to *Versailles Palace* by train. It seems we were not the only ones at a loss.
We'll spare you the thinking: At 'Avenue Foch' RER train station, take any train leaving from Platform 1 and get off at 'Champ de Mars - Tour Eiffel' train station. Once there, go to Platform A and get on the train called 'Vick' (the name is displayed on the electronic screen in front of the train) and get off at 'Versailles Château - Rive Gauche'.
The Château opens from 9.00 to 18.30, the Gardens from 8 to 20.30 and the Grand Trianon and Marie Antoinette's Estate from 12 to 18.30. Marian and I only visited the Château.
Free audioguides are available to visitors.
At first, it was just a humble hunting lodge, built by Louis XIII. But Louis XIV transformed the site into the palace we know today.
After the visit, it was time to have lunch and we chose something that was both affordable and yet typical: crêpes, from a nearby Crêperie, 'Le Dolmen', located near the Train Station and the Château.
They had two different menus: starter + main course (crêpe) + dessert (crêpe or ice-cream scoop) or main course (crêpe) + dessert (crêpe or icecream), which is what we had.
They were delicious and surprisingly enough, not as filling as you might think or as others we've had in Spain that were way too filling.
They're made with buckwheat flour, so no worries for celiacs out there.
Back in Paris, we went on to visit the most representative sight not only in the city but in the country; the Eiffel Tower.
Built in record time -2 years, 2 months and 5 days- for the 1889 Exposition Universelle, this engineering and architectural wonder is well worth the long queues.
Admittance is NOT included in the Museum Pass: access to the 2nd floor is €8.20 and €13.40 to the third level.
Marian, who had already visited Paris with her High School class long ago, gave me no time to open my mouth at the ticket office and asked herself for: 'Deux billets pour le troisième étage, s'il vous plaît'.
On a positive note, I can't help but praise our neighbours -whom we tend to criticise quite often- and thank them for their kindness. They went out of their way to help us with directions and other stuff. They appreciate tourists making an effort to speak their language, however appallingly.
Going back to the sight I was talking about, the tower can be visited from 9.30 until 23.00. The nearest underground stations are Bir Hakeim and Trocadero, though we got there on the RER C (on our way back from Versailles, we just got off at Champ de Mars - Tour Eiffel).
Day 4 a.k.a 'The neverending day'
We really got a lot of things crossed out from our 'to see' list this day!
Our day began with a visit to the Sacre Coeur. Admittance is free for everyone, though access to the dome is €5 (included in the Museum Pass). Unfortunately, photos or videos are not allowed inside.
The basilica is inspired by the Romano - Byzantine styles and its white domes top the summit of Montmartre hill, the highest point in the city.
The travertine stone used in its construction constantly exudes calcite, which ensures that the basilica remains white even with weathering and pollution.
The nearest underground station is 'Anvers'. There are lots of shops selling souvenirs near the basilica and they are more reasonably priced than the ones found at the airport, so you might want to stop there to buy some keepsakes to bring back home.
Our next stop was Notre Dame, one of the oldest Gothic-style cathedrals in France. It is reminiscent of the Norman Romanesque style.
Its construction began in 1163 and ended in 1345.
Its magnificent organ deserves a special mention.
Being the titular organist of Notre Dame is one of the highest honours an organist could ever receive.
The cathedral was greatly damaged during the French Revolution and restoration works came to an end in 1864.
Other highlights of the building are its stained glass and rose windows, as well as its size.
The western façade features the scariest gargoyles in the building, which are designed to divert rainwater from the roof, thus preserving its masonry.
The nearest underground station is Cité.
After visiting Notre Dame, we headed to the Conciergerie. This royal palace served as a prison and torture chamber during the French Revolution. There, 2,780 convicts were imprisoned between its walls, tried at the Palais de Justice located next door. Among them Marie Antoinette, kept there before being sent to the guillotine.
The palace is open everyday, from 9.30 to 18.00. Admittance is included in the Museum Pass.
The visit does not take long.
After our brief visit to the Conciergerie, we decided to visit the nearby Sainte Chapelle. It is definitely worth the visit and is truly a hidden gem, illuminated by magnificient stained glass windows and surrounded by beautifully decorated walls.
The construction consists of two levels, with an upper and lower chapel and it is a prime example of the phase of Gothic architectural style called 'Rayonnant'.
Classical music concerts are held in the temple, though it was erected to house the collection of relics acquired by King St. Louis IX, and is therefore regarded as a large reliquary.
We decided to go to the Champs Elysées later in the afternoon. Once there, taking pics with the Arc de Triomphe on the background is a must.
This huge construction was erected in 1836, to commemorate Napoleon's victory in Austerlitz 21 years earlier.
The roundabout where it's located, Etoile, is the largest one in the world.
Marian and I decided not to go up the 284 steps to get to the top of the Arc de Triomphe, because we were tired after a long day visiting the city.
And we decided to call it a day by visiting the Statue of Liberty. This replica is located near the Grenelle Bridge on the Île des Cygnes (Isle of the Swans), only 2 kms away from the Eiffel Tower which can be seen perfectly from there. Its tablet bears the date of the storming of the Bastille on July 14th, 1789; whereas the one in NYC bears JULY IV MDCCLXXV, date of the United States Declaration of Independence on July 4th, 1776. This statue was a gift from the USA to France to commemorate the centennial of the French Revolution in 1889. It is a one-fourth scale replica of the original, at 11m tall and is facing west in the direction of its larger sibling in NewYork City.
This statue is one of the historic locations shown in the movie National Treasure: Book of Secrets, starring Nicholas Cage.
There is yet another replica of this statue in Paris, located at the Jardin du Luxembourg.
Day 5: Shopping.
I'm afraid you'll have to wait for our shopping-related posts to read about our shopping spree in Paris.
Are you ready to accompany us on this virtual trip to Paris? In the *first* part of this travel series, we told you about the first two days of our journey.
Day 3:
Our day began with a visit to Versailles Palace. Admittance to the Palace is included in the Museum Pass, though we did have to pay to get there, since Versailles is some 20km away from Paris and the area was not within our Paris Visite travel card.
In order to get to Versailles, we got on the tube and stopped at 'Avenue Foch' station. There we bought two train tickets for €3.35 each and walked out of the building into the street, until we reached the RER train station of the same name.
We then came to a point where we were not quite sure which train we had to get on, since the train and map schedules on display there were quite confusing. It was just as well we had some help!
Fortunately, while waiting on the platform we met a small group of young Brazilian tourists who were also headed there. The more brains to do the thinking, the better!
We then noticed there was a large poster with indications in different languages explaining how to get to *Versailles Palace* by train. It seems we were not the only ones at a loss.
We'll spare you the thinking: At 'Avenue Foch' RER train station, take any train leaving from Platform 1 and get off at 'Champ de Mars - Tour Eiffel' train station. Once there, go to Platform A and get on the train called 'Vick' (the name is displayed on the electronic screen in front of the train) and get off at 'Versailles Château - Rive Gauche'.
The Château opens from 9.00 to 18.30, the Gardens from 8 to 20.30 and the Grand Trianon and Marie Antoinette's Estate from 12 to 18.30. Marian and I only visited the Château.
Free audioguides are available to visitors.
At first, it was just a humble hunting lodge, built by Louis XIII. But Louis XIV transformed the site into the palace we know today.
After the visit, it was time to have lunch and we chose something that was both affordable and yet typical: crêpes, from a nearby Crêperie, 'Le Dolmen', located near the Train Station and the Château.
They had two different menus: starter + main course (crêpe) + dessert (crêpe or ice-cream scoop) or main course (crêpe) + dessert (crêpe or icecream), which is what we had.
They were delicious and surprisingly enough, not as filling as you might think or as others we've had in Spain that were way too filling.
They're made with buckwheat flour, so no worries for celiacs out there.
Back in Paris, we went on to visit the most representative sight not only in the city but in the country; the Eiffel Tower.
Built in record time -2 years, 2 months and 5 days- for the 1889 Exposition Universelle, this engineering and architectural wonder is well worth the long queues.
Admittance is NOT included in the Museum Pass: access to the 2nd floor is €8.20 and €13.40 to the third level.
Marian, who had already visited Paris with her High School class long ago, gave me no time to open my mouth at the ticket office and asked herself for: 'Deux billets pour le troisième étage, s'il vous plaît'.
On a positive note, I can't help but praise our neighbours -whom we tend to criticise quite often- and thank them for their kindness. They went out of their way to help us with directions and other stuff. They appreciate tourists making an effort to speak their language, however appallingly.
Going back to the sight I was talking about, the tower can be visited from 9.30 until 23.00. The nearest underground stations are Bir Hakeim and Trocadero, though we got there on the RER C (on our way back from Versailles, we just got off at Champ de Mars - Tour Eiffel).
Day 4 a.k.a 'The neverending day'
We really got a lot of things crossed out from our 'to see' list this day!
Our day began with a visit to the Sacre Coeur. Admittance is free for everyone, though access to the dome is €5 (included in the Museum Pass). Unfortunately, photos or videos are not allowed inside.
The basilica is inspired by the Romano - Byzantine styles and its white domes top the summit of Montmartre hill, the highest point in the city.
The travertine stone used in its construction constantly exudes calcite, which ensures that the basilica remains white even with weathering and pollution.
The nearest underground station is 'Anvers'. There are lots of shops selling souvenirs near the basilica and they are more reasonably priced than the ones found at the airport, so you might want to stop there to buy some keepsakes to bring back home.
Our next stop was Notre Dame, one of the oldest Gothic-style cathedrals in France. It is reminiscent of the Norman Romanesque style.
Its construction began in 1163 and ended in 1345.
Its magnificent organ deserves a special mention.
Being the titular organist of Notre Dame is one of the highest honours an organist could ever receive.
The cathedral was greatly damaged during the French Revolution and restoration works came to an end in 1864.
Other highlights of the building are its stained glass and rose windows, as well as its size.
The western façade features the scariest gargoyles in the building, which are designed to divert rainwater from the roof, thus preserving its masonry.
The nearest underground station is Cité.
After visiting Notre Dame, we headed to the Conciergerie. This royal palace served as a prison and torture chamber during the French Revolution. There, 2,780 convicts were imprisoned between its walls, tried at the Palais de Justice located next door. Among them Marie Antoinette, kept there before being sent to the guillotine.
The palace is open everyday, from 9.30 to 18.00. Admittance is included in the Museum Pass.
The visit does not take long.
After our brief visit to the Conciergerie, we decided to visit the nearby Sainte Chapelle. It is definitely worth the visit and is truly a hidden gem, illuminated by magnificient stained glass windows and surrounded by beautifully decorated walls.
The construction consists of two levels, with an upper and lower chapel and it is a prime example of the phase of Gothic architectural style called 'Rayonnant'.
Classical music concerts are held in the temple, though it was erected to house the collection of relics acquired by King St. Louis IX, and is therefore regarded as a large reliquary.
We decided to go to the Champs Elysées later in the afternoon. Once there, taking pics with the Arc de Triomphe on the background is a must.
This huge construction was erected in 1836, to commemorate Napoleon's victory in Austerlitz 21 years earlier.
The roundabout where it's located, Etoile, is the largest one in the world.
Marian and I decided not to go up the 284 steps to get to the top of the Arc de Triomphe, because we were tired after a long day visiting the city.
And we decided to call it a day by visiting the Statue of Liberty. This replica is located near the Grenelle Bridge on the Île des Cygnes (Isle of the Swans), only 2 kms away from the Eiffel Tower which can be seen perfectly from there. Its tablet bears the date of the storming of the Bastille on July 14th, 1789; whereas the one in NYC bears JULY IV MDCCLXXV, date of the United States Declaration of Independence on July 4th, 1776. This statue was a gift from the USA to France to commemorate the centennial of the French Revolution in 1889. It is a one-fourth scale replica of the original, at 11m tall and is facing west in the direction of its larger sibling in NewYork City.
This statue is one of the historic locations shown in the movie National Treasure: Book of Secrets, starring Nicholas Cage.
There is yet another replica of this statue in Paris, located at the Jardin du Luxembourg.
Day 5: Shopping.
I'm afraid you'll have to wait for our shopping-related posts to read about our shopping spree in Paris.
Yo también tengo buenos recuerdos de los franceses cuando estuve, es verdad que intentan ayudarte e incluso chapurrear ellos el español (y es que o era inglés o español porque de francés lo único que puedo hacer es cantarles algo de Edith Piaf pero no preguntar direcciones jajaja!). Qué ricas las crepes!!
ResponderEliminarParís es simplemente preciosa. Hace unos años estuve pero quiero volver pronto. Es taaaan romántica de noche! :) Un beso.
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